jueves, 18 de septiembre de 2014

Cartagena de Rafael Núñez

La Cartagena de Rafael Núñez: la quietud del siglo XIX

por 

                                                 Jhonatan Stiven Durango Durango  

La independencia trajo consigo, para todo el territorio latinoamericano, grandes cambios y, en gran medida, pobreza y miseria. Lo que se pensaba como algo necesario para mejorar la vida de los habitantes de continente, se consiguió la libertad, que tanto se profesaba, pero esta trajo muerte y destrucción durante los años de guerra, para luego dejar a la población con una administración poco capacitada y que no sabía administrar los recursos del territorio, lo cual, los llevo a refugiarse en las potencias foráneas para que explotaran dichos recursos sin que el gobierno o los habitantes del país vieran el beneficio de sus recursos.

Cartagena, que para entonces era la segunda ciudad más importante del territorio colombiano, era la entrada al interior del país, era la que recibía todo lo que llegaba del extranjero y era la ciudad más rica del territorio nacional. Pero todo esto terminaría con la violencia desatada en los años de lucha independentista. Oleada tras oleada de hombres, jóvenes o no, eran enviados a las filas del ejército de Bolívar, los que se quedaban era para proteger a la ciudad en el ejército cartagenero. La guerra tocaría a la ciudad en 1815 cuando el general Pablo Morillo se tomo la ciudad desde agosto hasta diciembre en torno a la lucha independentista en su etapa de reconquista española. Esta acción militar y en conjunto toda la guerra de independencia, dejo como resultado un decrecimiento de al menos 6 mil cartageneros, tanto muertos, exiliados y desertores, quedando la ciudad en una crisis tanto poblacional, como higiénica y económica.

La crisis poblacional fue la más dura que sufrió Cartagena, esta trajo consigo las demás. La notable disminución de habitantes y la caída demográfica tan marcada en la ciudad se dio por varias razones: la primera fue, obviamente, la guerra, la cual saco a los hombres cartageneros de sus trabajos normales para luchar, ya fuere defendiendo su patrimonio o yendo a otro lugar del territorio colombiano. Pero sin duda la mayor expresión de la guerra que sufrió Cartagena fue el sitio de Morillo, que dejo a la ciudad en manos del general español y luego la lucha de los patriotas (o bolivarianos) por recuperar un baluarte de la revolución como era Cartagena; la segunda fue el hambre, esta también podría ser atribuida al sitio de Morillo, ya que por esto la ciudad no era abastecida como era necesario (el contrabando no era muy constante y por la escasez los precios eran exorbitantes), lo cual hizo que el hambre no se hiciera esperar y la población más vulnerable, niños y ancianos, fueron los primeros en caer por este mal; la tercera fueron las enfermedades, el cólera y la fiebre amarilla fueron las pestes que azotaron a Cartagena en época independentista y que dejaron como saldo la crisis higiénica antes mencionada porque al estar la ciudad en estado de sitio los cuerpos infectados de las plagas eran arrojados a las calles esparciendo así la plaga a las personas que estuvieran en contacto con los cuerpos, acrecentando la caída demográfica; la última razón de la crisis demográfica sufrida en Cartagena fue la deserción, los hombres y mujeres que lograban salir de Cartagena huían rápidamente a lugares donde la guerra no los tocara, así estas personas trataban de salir del país, en buena medida, o se iban a lugares donde la violencia desatada por la guerra no estuviese tan crecida como lo estaba en su región. La crisis económica se ve marcada por la poca o casi nula cantidad de navíos mercantes que llegaban a la ciudad, siendo el comercio la fuente de vida económica de Cartagena, la crisis era de esperarse. La poca cantidad de hombres disponibles para trabajar, la no llegada de comerciantes (fueren nacionales o extranjeros) y la guerra hicieron que la economía del puerto se estancara dejando en total crisis a la ciudad.


Con todo la independencia significo para Cartagena una bendición porque así los recursos que la ciudad generaba terminaban, en buena medida, en beneficios para la población cartagenera, pero también en una maldición porque, como se verá más adelante, esta dejo a la ciudad en una crisis de la cual no ha podido recuperarse.

Para la mitad del siglo XIX, Cartagena ya no era la ciudad que era antes. El esplendor y la gloria con la que se cobijaba esta ciudad para la época colonial ya no existía, solo era un puerto más para el recién fundado país colombiano y que iba perdiendo importancia cada vez mas frente al novedoso y mejor posicionado puerto de Sabanilla (Barranquilla) y en menor medida frente a Santa Marta, al final Cartagena se termino convirtiendo en el recuerdo de la colonia mejor conservado de todo el territorio colombiano.

La crisis dejada a la ciudad por la guerra de independencia era notable, en especial por la pérdida del estatus que tenía esta en todo el territorio nacional,  comerciantes de cada rincón del país se dirigían a Cartagena a vender sus productos a extranjeros ingleses, franceses o estadounidenses, generando así redes comerciales. Pero todo esto se perdería cuando las elites cartageneras aceptaron los postulados de libertad impartidos por los jóvenes intelectuales de la capital, cansados estos de los altos aranceles que las autoridades españolas cobraban a los productos ingleses, así las autoridades cartageneras se declararon libres de comerciar con quien quisieran, pero la guerra cayo y la ciudad fue devastada, no físicamente pero si comercial y moralmente.

La crisis comercial sufrida por Cartagena es lo más notorio de todo, pasó de ser el puerto y la ciudad comercial más importante de Colombia a ser solo una ciudad igual a las demás, ni siquiera conservo su estatus de puerto importante, no solo para el país sino para todo lo anteriormente conocido como la América española, y paso a ser otro puerto donde se podía llegar y donde muy pocos querían llegar. Y es el novedoso puerto de Sabanilla estaba mejor posicionado que Cartagena, mejor posicionado en razón a su cercanía y entrada al rio Magdalena, ya que Cartagena también tenía entrada a este pero era una entrada que no había sido mejorada, estaba descuidada y mal mantenida por parte del gobierno cartagenero y se encontraba en decaimiento por las constantes crecidas del rio lo que traía arena y taponaba la entrada. Sabanilla por su parte se encontraba a portas de la desembocadura del rio Magdalena lo que hacía que su acceso a este fuera mucho más fácil, rápido y seguro, además este puerto había sido acabado de abrir era mucho más novedoso y podía soportar el desembarque de embarcaciones de mayor envergadura, así, Sabanilla llamo la atención del gobierno nacional dejando atrás a Cartagena y llevando hacia ella la mayor parte del comercio nacional, desplazando al otrora puerto más importante de Colombia a un segundo plano y llegando para si toda la atención comercial nacional e internacional.

Otra de las razones por las cuales Cartagena fue perdiendo su importancia en el ámbito nacional fue la guerra de los supremos. En este la ciudad se vio envuelta en una lucha contra su eterno rival comercial: Santa Marta. Los dos puertos comerciales del país más importantes durante el periodo de dominación española se enfrascarían en una lucha, en el contexto de la guerra de los supremos, al estar Cartagena aliada al bando constitucionalista y estar Santa Marta del lado de los rebeldes lo cual los llevo al enfrentamiento. Esto de por si termino de hundir a Cartagena, ya que la situación comercial de Cartagena termino peor, Santa Marta termino en las mismas condiciones y esto le abrió completamente el camino a Sabanilla como la nueva capital comercial de Colombia.

En este ambiente, lleno de dificultades y olvidando el pasado glorioso de la ciudad nace y crece Rafael Núñez, viendo como su ciudad se sumergía en la pobreza y en una crisis que hasta nuestros días la condenaría y asfixiaría, de su pasado de lujos y gloria, Cartagena será la mejor foto de la colonia española en América, con edificios en ruinas y una ciudad que solo vive para una cosa: el turismo.

Bibliografía

Bossa, Donaldo. Edit. Cartagena Independiente: tradición y desarrollo. Bogotá (tercer mundo, 1967)

Calvo Stevenson, Haroldo y Adolfo Meisel Roca. Edit. Cartagena de indias en el siglo XIX. Bogotá (Universidad Jorge Tadeo Lozano-Banco de la republica, 2002)

Deavila, Orlando y Lorena Guerrero. Edit. Cartagena vista por los viajeros. Siglo XVIII-XX. Cartagena (Universidad de Cartagena-Instituto internacional de estudios del Caribe-Alcaldía mayor de Cartagena de indias-Instituto de patrimonio y cultura de Cartagena, 2011)

Lemaitre, Eduardo. Historia general de Cartagena. Tomo III-IV. Bogotá (Banco de la republica, 1983)


Liévano Aguirre, Indalecio. Rafael Núñez. Bogotá (Colcultura, 1972)